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Hace algunos años leí sobre el «cociente MIPA», una muy interesante herramienta para construir historias, desarrollada por el reconocido escritor de ciencia ficción Orson Scott Card en su libro «Cómo escribir ciencia-ficción y fantasía».

Hoy quiero compartir contigo dicha herramienta, explicándola con algunos ejemplos, reflexiones, y un enfoque dinámico para que puedas estructurar con éxito esa historia que te tiene dando vueltas en la cabeza.

En cuanto al libro de Card, te lo recomiendo incluso si no escribes fantasía o ciencia ficción. Allí encontrarás herramientas universales para cualquier escritor, y el «MIPA» es una de las más útiles.  

Ahora, entrando de lleno en el tema: ¿qué es el cociente MIPA? 

Según Card, toda historia se sostiene sobre cuatro pilares:  

  1. El Medio (el mundo donde ocurre).  
  2. La Idea (el misterio o dilema a resolver).  
  3. El Personaje (la evolución del protagonista).  
  4. El Acontecimiento (el conflicto que altera el orden establecido).  

Aunque todos están presentes, uno siempre domina y define la estructura de tu relato. Veamos cada uno con ejemplos actuales y consejos prácticos.  

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Historias de El Medio: Cuando el mundo es el protagonista.  

¿Qué las define?  

El escenario es tan importante que la historia no podría ocurrir en otro lugar. Suele explorarse a través de un personaje externo (un forastero, un explorador) que nos guía en el descubrimiento.  

Ejemplos clásicos y modernos:  

– «El mago de Oz» (L. Frank Baum): Dorothy descubre un mundo mágico.  

– «Duna» (Frank Herbert): Arrakis, con su arena y sus gusanos, es vital para la trama.  

– «Call Me Joe» (Poul Anderson): Joe (Ed Anglesey) descubre toda una vida sobre la hostil superficie de Júpiter.

– «Los huesos de la Tierra» (N.K. Jemisin): La geología viva de un planeta en convulsión.  

¿Cuándo empezar y terminar?  

  • Comienza cuando el personaje entra en el nuevo mundo.  
  • Termina cuando lo abandona (o cuando el mundo ya no es un misterio).  

Consejo para escritores:  

Si tu historia es de El Medio, invierte en worldbuilding. Piensa en reglas, culturas y geografías únicas. Un error común es centrarse solo en la trama y dejar el escenario como decorado.  

Historias de La Idea: El misterio que impulsa la trama.  

¿Qué las define?  

El motor es un enigma: un crimen, un descubrimiento científico, un secreto. La tensión nace de la pregunta: ¿Qué pasó? ¿Cómo resolverlo?  

Ejemplos clásicos y modernos:  

– «Proyecto Hail Mary» (Andy Weir): Un científico debe descifrar cómo salvar la Tierra.  

– «La chica del tren» (Paula Hawkins): La reconstrucción de un crimen.  

– «Ubik» (Philip K. Dick): ¿Qué sucede en la empresa y por qué son relevantes los telépatas infiltrados?

¿Cuándo empezar y terminar?  

  • Comienza con la pregunta (ej.: «Alguien ha desaparecido»).  
  • Termina con la respuesta (ej.: «El mayordomo lo hizo»).  

Consejo para escritores:  

Si tu historia es de La Idea, juega con el ritmo. Dos errores comunes:  

  1. Resolver el misterio demasiado pronto (pierde tensión).  
  2. Dejar cabos sueltos (frustra al lector).  

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Historias de El Personaje: La transformación interior. 

¿Qué las define?  

El núcleo es el cambio emocional o moral del protagonista. Puede ser un viaje físico («Crónicas marcianas») o interno («El guardián entre el centeno»).  

Ejemplos clásicos y modernos:  

– «El fin de la eternidad» (Isaac Asimov): Andrew Harlan, un eterno que cambia su concepto sobre la manipulación de la historia.  

– «Frankenstein» (Mary Shelley): Un hombre creado artificialmente y su evolución hacia la tormentosa humanidad.  

– «Un mundo feliz» (Aldous Huxley): Bernard Marx siente rechazo por el hipócrita constructo social del supuesto mundo perfecto.  

¿Cuándo empezar y terminar?  

  • Comienza en el momento de insatisfacción que impulsa el cambio.  
  • Termina cuando el personaje:  

   – Logra su transformación (ej.: Katniss en «Los Juegos del Hambre»).  

   – Renuncia (ej.: «El gran Gatsby»).  

Consejo para escritores:  

Si tu historia es de El Personaje, evita que el cambio sea abrupto. La evolución debe ser creíble. Usa símbolos, diálogos y conflictos que reflejen su arco.  

Historias de Acontecimiento: Cuando el mundo se desequilibra.

¿Qué las define?  

Algo rompe el orden establecido (una guerra, un monstruo, una rebelión) y la historia trata de restaurar el equilibrio (o crear uno nuevo).  

 Ejemplos clásicos y modernos:  

– «El señor de los anillos»: Sauron amenaza la Tierra Media.  

– «La Guerra de los Mundos» (H. G. Wells): Marcianos atacan a la Tierra.

– «The Last of Us»: Un hongo apocalíptico cambia el mundo. 

¿Cuándo empezar y terminar?  

  • Comienza cuando el conflicto irrumpe (ej.: El Anillo ha sido encontrado).  
  • Termina cuando:  

   – El orden se restaura (ej.: el héroe vence al villano).  

   – Un nuevo orden nace (ej.: revolución exitosa).  

Consejo para escritores:  

Si tu historia es de El Acontecimiento, asegúrate de que el conflicto sea claro. El lector debe entender:  

  1. Qué está en juego.  
  2. ¿Por qué importa?  

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Bonus: ¿Puedes mezclar los tipos? 

Si, es posible. Muchas historias combinan elementos, pero uno siempre domina. Por ejemplo:  

– «Harry Potter»: El Acontecimiento (Voldemort) + El Personaje (evolución de Harry).  

– «Blade Runner»: La Idea (¿Es Deckard un replicante?) + El Medio (el futuro distópico).  

La clave es identificar cuál es tu eje principal para no perder el foco.  

Ejercicio práctico.  

  1. Elige tu historia favorita e identifica su tipo MIPA.  
  2. Analiza dónde empieza y termina. ¿Funciona? ¿Por qué?  

¿Tienes dudas? ¡Déjalas en los comentarios y hablemos como en una clase de escritura!  

¿Quieres profundizar? Te recomiendo:  

– «On Writing», de Stephen King (para Personaje y Acontecimiento).  

– «Wonderbook», de Jeff VanderMeer (para Medio e Idea).  

¡Feliz escritura! 

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